Un obrero para la historia
Tenía 92 años y llevaba un tiempo enfermo. La muerte de Marcelino Camacho, en la madrugada del viernes, deja un vacío importante en la democracia y en la transición política española. Su nombre saltó a la esfera pública en 1972, cuando fue detenido, junto a la cúpula de Comisiones Obreras, y protagonizó el llamado "Proceso 1.001". Pero su actividad política y sindical es anterior y se remonta a cuando siendo adolescente, ingresó en el Partido Comunista y participó de forma activa en la resistencia obrera contra la dictadura. Era un personaje cercano. Su imagen, humilde y eternamente asociada a los jerseys que le tejía su mujer y le llevaba a la cárcel, será difícil de olvidar.